Participan: JOSÉ MARISTANY, DIANA PARIS, MÓNICA SZURMUK Y MARTA URTASUN
Lecturas a cargo de GEORGINA REY
En marzo del 2004 salía la primera edición de Aves Exóticas. Cinco cuentos con mujeres raras. Desde entonces, éste y otros libros de Reina Roffé han sido traducidos al italiano y al inglés en el marco del Programa SUR de apoyo a la traducción.
Aves Exóticas suma ahora un nuevo relato, "La madre de Mary Shelley", que completa la parábola de este brillo de la plena madurez de una gran narradora que sigue apostando a la forma breve. "Casi una nouvelle -al decir de Mónica Szurmuk-, donde la autora indaga en la siempre difícil y enigmática relación madre-hija. Cruzadas por los avatares de la historia, la madre argentina y su hija "española" se sospechan y se vigilan a través del lenguaje y las huellas de sus lecturas. A veces desgarrada, a menudo tierna, la prosa de Roffé deslumbra y sus palabras nunca dejan de evocar".
"Las protagonistas de Aves exóticas pueden parecer un poco "raras" o extrañas para quienes esperan de ellas un comportamiento que se amolde a las máximas de las leyes sociales, religiosas o políticas, que no acatan, porque se rebelan hasta de la rebeldía. Raras, en todo caso, porque viven como extranjeras incluso en su propio país y en el seno de sus propias familias. Raras, por el extrañamiento que desencadenan ciertas situaciones en las que se ven envueltas. Raras, porque la realidad, el afuera enrarecido, las descoloca. Algunas son víctimas de exclusión; otras, incluso, de explotación paterna o laboral. Si hay un hilo conductor o que enlace un cuento con otro, ése tiene que ver con la idea de representar los distintos tipos de exilios, desarraigos y batallas íntimas que se libran en estados extremos de indefensión. Mujeres, todas ellas, que son aves de paso, "pasan" inadvertidamente entre los suyos, y en los hogares desfamiliarizados y solitarios de sus distintos exilios. Se ocultan, borran sus rastros y, al mismo tiempo, quieren dejar huella de su existencia por más precaria que ésta sea.
En el cuento "La noche en blanco", por ejemplo, pongo en escena a una mujer mayor, una francesa que sobrevivió a un campo de exter¬minio nazi y está exiliada en la Argentina, y a una pobre niña que se queda sola cuando el ejército secuestra a su madre. Aparecen dos patrias que están en toda mi producción: la histórica, asfixiante y llena de prepotencia; y esa otra, la de la niñez, pilar sobre el que se construye la vida, se encarama la memoria, se elabora el lenguaje, que es la patria más íntima de un escritor.
Desde el punto de vista lingüístico, trabajé la escritura de estos cuentos con ese anhelo que mueve al poeta: revelar mucho en pocas palabras; sugerir, más que contar anécdotas detalladas; crear climas, más que escenas completas. En algunos relatos hice uso de ese lenguaje que adquirí viviendo fuera de mi país natal, al frecuentar otra modalidad del castellano, que es para mí el castellano de España, que ha producido en mi escritura un lenguaje en el que se refleja una especie de mixtura de la migración."
REINA ROFFÉ