Un cúmulo de circunstancias favorables, surgidas de ese magma en constante ebullición que es el ejercicio de la traducción y su lugar en el mundo, derivó hace pocos meses en la elaboración de un proyecto que parecía tan ambicioso como inalcanzable apenas un año atrás: una propuesta de Ley de Protección de la Traducción y los Traductores, presentada para su debate y eventual aprobación en la Cámara de Diputados de la Nación. Tanta pomposa mayúscula es el bosque que viene a soslayar el árbol, que no es otro que la posibilidad real y efectiva de que la profesión cuente con una herramienta legal ágil y eficaz para alcanzar el objetivo soñado desde que la traducción es pieza fundamental de la industria del libro, y estamos hablando de muchas décadas e incluso siglos: la dignidad laboral y profesional de quienes la ejercen. Un grupo de traductores provenientes de distintos ámbitos y dotados de experiencias diversas, pero que podría estar compuesto por casi cualquier profesional de la traducción literaria, ofició de médium, recogiendo las reivindicaciones y aspiraciones del sector y dándoles forma de reglamento ad lib que los especialistas en materias legales y políticas se encargaron de estructurar y vestir como corresponde. Este documento ya está en danza y ha llegado el momento de sacarlo a la luz pública y proponerlo a sus verdaderos recipientes, cuales son los traductores de libros de nuestro país, así como de consensuarlo con los restantes actores de la industria de la traducción. Cabe agregar que, de cobrar curso, se trataría de un hito prácticamente internacional, un modelo señero para beneficio de la profesión en muchas otras partes del mundo y un avance inédito en las condiciones de trabajo de los traductores locales. Pero no tiremos cohetes antes de tiempo; aún queda camino por recorrer y mucha labor de difusión que hacer. Y la amplia caja de resonancia del Club de Traductores es uno de los lugares fundamentales para hacerlo. Consigli, Cordone, Ehrenhaus e Ingberg
ESTELA CONSIGLI. Profesora de francés y traductora literaria y técnico-científica de la misma lengua (IES Lenguas Vivas "Juan Ramón Fernández"). Se especializa en traducción de ciencias humanas y psicoanálisis para editoriales y clientes particulares. Secretaria de la AATI e integrante de la Comisión de Derechos de Autor.
LUCILA CORDONE. Traductora literaria y técnico-científica de inglés (IES Lenguas Vivas "Juan Ramón Fernández") y docente en esa institución y en el Lenguas Vivas "Spangenberg". Síndica de la AATI, donde integra la Comisión de Derechos de Autor y colabora con la organización de charlas y actividades para traductores. Traduce textos literarios y de ciencias sociales.
ANDRÉS EHRENHAUS. Traductor, autor, editor. Vive en Barcelona desde 1976. Formó parte de las juntas directivas de ACEtt y CEDRO y es profesor del Posgrado de Traducción Literaria y Audiovisual de la Universidad Pompeu Fabra. Publicó narrativa y novela en Argentina y España y tradujo más de cuarenta obras, entre ellas la poesía completa de Shakespeare.
PABLO INGBERG. Licenciado en Letras (UBA); publicó cinco libros de poemas, una novela y más de sesenta libros traducidos del griego antiguo, latín e inglés, además de poemas traducidos de esas mismas lenguas y del portugués, francés e italiano; cuidó las Obras completas de Shakespeare y dirige la Colección griegos y latinos de Editorial Losada.