Julio Villanueva Chang, director de Etiqueta Negra, dialogará con el cronista Christian Alarcón sobre la revista. Etiqueta Negra es una revista mensual de crónicas hecha en el Perú. Fundada por Julio Villanueva Chang, quien nunca tuvo una oficina más allá de su cuarto y los hoteles o las cabinas de internet, desde sus primeros números reunió a autores consagrados como Mario Vargas Llosa, Ryszard Kapuscinski, Gay Talese, Eduardo Galeano, Jon Lee Anderson, Juan Villoro, Martín Caparrós, Alan Pauls, David Byrne, o David Foster Wallace, con autores más jóvenes como Alberto Fuguet, Juan Pablo Meneses, Leila Guerriero, Gabriela Wiener, David Barba y Mark Greif. En sus inicios cada número estuvo dedicado a un solo tema: dinero, sexo, comida, viajes, moda, cine, futuro, amor, éxito, sueños, fútbol, humor, crimen. En su segunda etapa, dirigida por Daniel Titinger y luego por Marco Avilés, y hoy editada por David Hidalgo, Etiqueta Negra publica además en cada número un cuento inédito. Pero es sobre todo una revista de non fiction, es decir, una que publica no sólo crónicas y perfiles sino también ensayos, diarios, biografías, memorias, aforismos, cartas y fotografía documental.
Etiqueta Negra no se cataloga de periodística ni de literaria, aunque conviva con ambas fronteras. No cree que los temas fuera de la órbita guerra-corrupción-miseria sean por naturaleza banales y frívolos e inofensivos. Su apuesta es sobre todo narrar crónicas, pero también por discutir ideas, y esto último no tanto desde el ensayo académico y del testimonio, sino desde una dimensión más personal y festiva de ambos géneros, una suerte de crítica de las costumbres y los prejuicios en la cultura popular y sin desdeñar el chisme ni el panfleto.
«La mejor revista de Nuevo Periodismo es latinoamericana. Además de amalgamar con insólito rigor las potencias de la narración literaria con la gula de la información y las urgencias del mundo, la poética periodística de Etiqueta Negra consuma un extraño milagro: volver radiactivo todo lo que toca. Etiqueta Negra tiene artículos que yo jamás pensé que iba a leer. Sólo después del New Yorker, creo que no hay otra revista que me haya producido esa especie de adicción instantánea, y en ese sentido es la revista que siempre yo quise hacer. Etiqueta Negra es una revista completa en el sentido de que produce cierto tipo de ilusión, y después es difícil darse una idea de cómo realmente la revista se hace. Es una revista que se reinventa, que parece acaudalada, que parece no faltarle nada. Lo que me sorprende es que Etiqueta Negra sea la revista que tanto Martín Caparrós como yo siempre quisimos hacer -y que por alguna razón nunca hicimos y ahora nos contentamos sólo con leer-, que sea una revista como reservada justamente por las condiciones más exigentes que impone una ciudad como Lima. Muchas veces las cosas más precarias son las condiciones para que las cosas se hagan más puras, más cercas de la idea original que les permitió nacer. ¿Qué es lo peor de Etiqueta Negra? Que todavía es demasiado secreta».
Alan Pauls, Argentina«Hace poco leí en el correo de lectores de Etiqueta Negra algo terrible: un canadiense se sorprendía de que semejante revista se hiciera en el Perú. «Es lo que uno podría esperar de México -decía- o de Buenos Aires». De Buenos Aires lo podemos esperar sentados. Se llama Etiqueta Negra, se publica en Lima y es la mejor revista de crónicas del continente».
Martín Caparrós, Argentina
«Si una propuesta nueva ha dado que hablar en el terreno del periodismo escrito en lengua española a lo largo de este decenio es la que desde Perú impulsan los responsables de Etiqueta Negra».
Sergio Vila-San Juan, España, Culturas, Diario La Vanguardia
«Aunque por mil jaleos diversos no he podido decirlo antes, «nuestra» Etiqueta Negra me parece una revista estupenda. A toda la gente que conozco y que la conoce le parece formidable».
Fernando Savater, España
«Etiqueta Negra combina las mejores virtudes del nuevo periodismo. Una revista versátil, con gran diseño y un ojo avizor para la actualidad, que no rehuye los temas profundos. Divertida, desenfadada, cosmopolita, Etiqueta Negra ha lanzado un trepidante safari en pos de la calidad literaria. Si se publicara en Nueva York, sería épica. Hecha desde América Latina resulta heroica. Muy pronto será legendaria».
Juan Villoro, México
«Etiqueta Negra no se trata de whisky sino de una de las mejores y más singulares revistas culturales en lengua española. Los textos de Etiqueta Negra sufren el vigoroso tratamiento de Chang, un maniático del editing, se dice, como en su día lo fue Bill Buford en la revista Granta de los ochenta».
Jorge Herralde, España
«Etiqueta Negra es probablemente la mejor revista de crónicas en lengua española. Pero aparte de eso es también la gran sorpresa de haber podido encontrar una revista que en español hable de todos los temas que se están hablando en otros idiomas, en inglés, en francés, en alemán. Para un autor, es también el gusto que da poder tener un equipo de editores muy buenos, muy serios, muy rigurosos, muy exigentes, que mejoran el texto de uno. Esto es raro: muchas veces los editores no me han parado mucho, pero en el caso de Etiqueta Negra los editores sí me han parado mucho, y hacen unos textos muy buenos, tienen muy buenas ideas, y crean un diálogo con el autor. Uno los encuentra muy poco en su vida».
Héctor Feliciano, Puerto Rico
«Etiqueta Negra se ha vuelto LA revista a la que aspiran los nuevos escritores en América Latina, porque es alegre y seria a la vez, creativa en sus libertades y exigente en su deseo de ofrecer el más delicioso dialogo entre los escritores y el lector».
Alma Guillermoprieto, México
«En un tiempo de crisis de las publicaciones, se mantienen aquellas que saben conjuntar la política, la cultura, la sociedad del espectáculo y el espectáculo de la sociedad. No son demasiadas, pero en América Latina hay varias de alta calidad. Una de ellas, que leo con la puntualidad debida, es Etiqueta Negra, que reúne destreza informativa, formato excelente, colaboraciones importantes, fotos que causan adicción, e incluso el chisme considerado como una de las bellas artes».
Carlos Monsiváis, México
«Cuando termino de leer un ejemplar de Etiqueta Negra me quedo con la sensación de que América Latina tiene todas las posibilidades y sólo necesita un buen editor que la organice. Etiqueta Negra aumenta mi orgullo de hablar y escribir español, pero sobre todo de leerlo. No me atrevo a decir que Etiqueta Negra te cambia la vida, pero sin duda te la mejora».
Alberto Fuguet, Chile
«Lo que más me sorprende de Etiqueta Negra es que tiene una mezcla que me deslumbra: la literatura bien fundida con el periodismo, los temas trascendentales con los livianos, los textos con las fotos. La revista no se olvida. Desde que tengo Etiqueta Negra la llevo conmigo, no con la dignidad que suele tener una revista, sino con la que tiene un libro. La releo, la hojeo, la presto, lucho por que me la devuelvan. Al final, creo que todo esto va porque tiene un fondo mas allá de lo periodístico. Algo que, en palabras de Octavio Paz, me ayuda a recuperar el olvidado asombro de estar vivo.
Daniel Samper Ospina, Director de Soho, Colombia
«En general detesto las revistas. Casi siempre son frívolas, se copian unas a otras, y se acaban muy pronto, cuando apenas los articulistas están entrando en materia. Hay dos o tres excepciones que me gustan, y una de ellas es Etiqueta Negra. Esta etiqueta al revés, este gusto vuelto patas arriba, no copia sino que inventa temas, no es pasiva sino incisiva, no es perezosa intelectualmente sino desafiante. Es una revista llevada con olfato, y por eso el resultado huele bien. El chino tropical que la dirige siempre nos sorprende con algo».
Héctor Abad Facciolince, Colombia
«Alguna vez, ojalá más temprano que tarde, se tendrá que reconocer que las grandes innovaciones de la prosa latinoamericana de principios de este siglo vinieron de la mano de los cronistas, de los periodistas, de los escritores de non-fiction. En esa historia por contar se verá el notable papel de algunas revistas para darles un hogar a textos de escritores. De todas esas revistas habrá que hablar especialmente de la peruana Etiqueta Negra».
Edmundo Paz Soldán, Bolivia
«Yo empecé -como todo el mundo- con vino de León, de garrafón. Luego pasé al whisky de garrafón y luego al JB, cuando ya tuve algún billete. Pero luego mi amigo Pablo Milanés me dijo que sólo había que tomar etiquetas negras. Eso coincidió con que recibí una extraña revista del Perú que se llamaba Etiqueta Negra y que era una especie de lujo a lo que ni yo ni mis amigos de Madrid le dimos dos meses de vida. Afortunadamente estamos celebrando otro aniversario. ¡Viva Etiqueta Negra (con mucho hielo)!».
Joaquín Sabina, España
